lunes, 7 de diciembre de 2015

DECLARACIÓN ISLA DE AVES

La Academia Nacional de la I
ngeniería y el Hábitat, en cumplimiento del mandato legal
correspondiente, y como una contribución al de
senvolvimiento integral del país, sigue con
particular interés los acontecimientos relacionado
s con el acontecer en las fronteras patrias.
Con ese espíritu, la Academia alerta a los pod
eres públicos responsable
s, a las instituciones
venezolanas, a la comunidad internacional y
a la ciudadanía en ge
neral respecto a las
reflexiones que han venido haciendo a Venezuela,
las autoridades de los países en el Caribe
CARICOM, y gobiernos de dicha Comunida
d, en relación con la Isla de Aves,
específicamente, en búsqueda de la expansió
n territorial en el cuarto noreste del mar
Caribe, sobre la base de la zona econ
ómica exclusiva que genera la Isla.
La soberanía venezolana sobre la Isla de Aves
es incuestionable, irrebatible e indiscutible,
desde el año 1861, cuando el gobi
erno de los Estados Unidos de América reconoció la
soberanía de Venezuela sobre Isla de Aves.
Posteriormente, en 1904 el gobierno de S. M.
Británica reconfirmó la soberanía de Venezu
ela sobre Isla de Aves. La zona económica
exclusiva que genera Isla de Aves es una r
ealidad geopolítica desde los años setenta del
siglo veinte, cuando Venezuela firmó con la Re
pública de Francia, el Reino de los Países
Bajos y los Estados Unidos de América, sendos
tratados binacionales de delimitación de las
áreas marinas y submarinas correspondientes.
El sector norte de la frontera de Venezuel
a con el Reino de los Países Bajos termina
exactamente 110 kilómetros al norte de Isla de
Aves, desde donde continuará al este hasta
el punto trifinio con Antigua / Barbuda, mientras
que nuestra frontera con Francia, sobre el
meridiano oeste 62º 40' 50'', se desviará al
noreste hacia el punto común con las islas
Monserrate y Redonda, al mismo punto trifinio por determinar Venezuela- Antigua /
Barbuda- Países Bajos

La situación con Dominica es que la isla se
ubica por lo menos entre 10 y 20 kilómetros al
este del eje mayor entre las islas Guadalupe
y Martinica, objetos
del tratado venezolano-
francés antes citado. La situaci
ón cartográfica, por lo tanto, es que no existe posibilidad de
reclamo alguno, al oeste del meridi
ano fronterizo ya indicado.
El tercer Tratado en el área, con los Estados
Unidos de América, fijó la longitud total de
nuestros extensos límites, 600 kilómetros, una buena porción de ellos por la aceptación de
la zona económica exclusiva de Isla de Aves.
La Academia Nacional de la Ingeniería y
el Hábitat entiende que, al oeste de la
prominencia de Aves, cuando sea considerada ne
cesaria y conveniente la exploración de la 

cuenca de Caracolito, se reanudará la perfor
ación de pozos exploratorios de campo nuevo,
en áreas nuevas sobre las que Venezuela ejerce
total y absoluta soberanía. Ninguna de las
islas de Sotavento o Barlovento tiene la más
mínima posibilidad de hacer reclamos al
respecto.
La Isla de Aves es el punto emergente de la prominencia de Aves, accidente orográfico de
primer orden de nuestra geografía, y sirvió
en su momento hace más de 25 años para la
delineación de nuestra zona económ
ica exclusiva, el territorio venezolano en el continente
sumergido de la plataforma y el talud contin
entales, y en los fondos
oceánicos abisales. 

Solicitamos de todos los países amigos que
apoyen los esfuerzos realizados por Venezuela
de establecer y mantener una estación de invest
igación en Isla de Aves, lo cual sería de
utilidad a todos los países
del Caribe. La ampliación
y consolidación del puesto de
observación meteorológica y la estación
científica Simón Bolívar, construidos y
mantenidos por la Armada Venezolana en 1978 en Isla de Aves, son para la Academia
asunto prioritario de la geopolítica nacional.
La Academia Nacional de la Ingeniería y el
Hábitat reclama que se proceda diligentemente
en la construcción de la base científico-naval
en Isla de Aves, aprobada por el Consejo de
Ministros en febrero del año en curso.-
Dado en el Palacio de las Academias Nacionales
En Caracas, a los 18 días del mes de Mayo de 2004
La Junta de Individuos de Número

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Noticias Venezuela vs. Guyana: la guerra por el Esequibo

2.ago.2015 / 09:39 am /
Fuente:http://www.psuv.org.ve/temas/noticias/venezuela-vs-guyana-guerra-por-esequibo-2/#.VmWlm16WaAo

Imagen: Misión Verdad
Este tema, que aún no tiene el debido posicionamiento en el espectro de la opinión pública venezolana, trae consigo pronunciados bemoles en lo político y en la cuestión de la soberanía venezolana, basada ésta en su reivindicación histórica sobre el Esequibo o la Guayana Esequiba. Necesario es conocer los antecedentes fundamentales en esta importante cuestión geopolítica y territorial de Venezuela y luego reseñar otras cuestiones de fondo.
Algunos antecedentes a saber
  • Durante más de 100 años, Venezuela ha denominado “Zona en reclamación” a una enorme porción territorial de 159.500 Km2, repleta de inestimables recursos minerales y de posición marítima geoestratégica, que es hoy considerada en la República Cooperativa de Guyana como el 70% de su territorio. Guyana sostiene que un tribunal laudó el litigio en su favor en 1899, en concreta referencia al afamado Laudo Arbitral de París, que despojó a Venezuela del Esequibo. En aquel momento el fallo se realizó a favor de Reino Unido, el imperio de la época, por presiones y procedimientos injustos contra Venezuela. El Reino Unido era el propietario en aquel momento de la otrora “Guyana Británica”.
  • Venezuela denuncia tal decisión ante la ONU pero en 1962 obtiene avances concretos consignando documentos que prueban que la decisión de 1899 contenía vicios de nulidad. Este evento conllevó a la firma del denominado Acuerdo de Ginebra, el 17 de febrero de 1967, entre ambas partes más la presencia del gobierno local de Guyana Británica, próxima a recibir la independencia, momento en el cual sustituiría a Reino Unido en la cuestión del diferendo territorial con Venezuela.
  • Actualmente el diferendo territorial está en manos del Secretario General de las Naciones Unidas en el marco del Acuerdo de Ginebra. Este litigio sólo incluye a Venezuela como parte demandante y a la República Cooperativa de Guyana, excluyéndose de éste al responsable, Reino Unido, el cual tiene una demostrada estela de inconsistencias territoriales y despojos en su largo historial de colonialismo y robo de tierras en todo el mundo.
  • De acuerdo al Decreto 1.787 de fecha 26 de mayo de 2015, promulgado por el presidente Nicolás Maduro Moros en Consejo de Ministros y publicado en la Gaceta Oficial Ordinaria 40.669 de fecha 27 de mayo de 2015, se crean y activan las Zonas de Defensa Integral Marítimas e Insulares (Zodimain); ahora lo que se conoce como la “Fachada Atlántica de Venezuela” pasa a ser definida por la Zodimain Atlántica, dejando ahora a la República Cooperativa de Guyana sin salida al Atlántico.
  • Venezuela articula una estrategia audaz al replantear sus Zonas de Defensa Integral Marítimas, luego de darse a conocer la noticia de que en lo que serían las aguas del Esequibo venezolano, hoy la empresa Exxon Mobil realiza exploraciones petroleras con permiso del Gobierno guyanés, encontrándose una inestimable (hasta ahora) cantidad de recursos de hidrocarburos. Esto no es enteramente nuevo. En 2013, la Marina de guerra venezolana retuvo brevemente al buque de investigación sísmica Teknik Perdana, que había sido contratado por la petrolera con base en Texas Anadarko Petroleum, para examinar el fondo del mar de la zona.
  • El Gobierno de la República de Venezuela respondió a los múltiples abusos cometidos por la República Cooperativa de Guyana con la promulgación y puesta en vigencia del Decreto 1.787 de fecha 26 de mayo de 2015, en donde ahora los guyaneses, que han venido pretendiendo bloquear la salida por el Atlántico a Venezuela, son ellos quienes se verán sometidos bajo la Zodimain Atlántica y sin salida directa al Atlántico, tomando en cuenta el Laudo Arbitral entre Guyana y Suriname del 17 de septiembre de 2007 (donde Suriname le cerraría la salida al Atlántico por el Este a Guyana).
  • El Gobierno guyanés ha respondido hasta el momento con la suspensión de los vuelos de la estatal venezolana Conviasa hasta Georgetown (capital de Guyana). También con el anuncio de llamar al embajador venezolano para que diera una explicación sobre el Decreto. “Estaremos llamando al embajador (de Venezuela) para explicar qué significa (el decreto sobre los límites marítimos) y para expresar nuestra preocupación por esta escalada en un intento de larga duración para lograr por medios cuestionables lo que Venezuela no ha podido lograr con estrategias diplomáticas y legales internacionalmente aceptadas”, declaró a la AFP, sin precisar la fecha de la convocatoria.
  • La cancillería de Guyana anunció que ese país continuará -”sin inmutarse”- desarrollando el aprovechamiento de recursos y llevando adelante la exploración y probable explotación petrolera en las aguas en disputa. También señalaron que “Cualquier intento de la República Bolivariana de Venezuela de aplicar ese instrumento de modo extra-territorial será vigorosamente resistido por la República Cooperativa de Guyana”, en una clara alusión al uso probable de la fuerza de encontrar embarcaciones venezolanas haciendo respetar la Zona de Defensa Marítima e Insular Atlántica.
Cuestiones políticas de fondo
Venezuela asume la facultad de navegar lo que la mayoría de los venezolanos hemos considerado durante más de 100 años nuestra fachada atlántica del Esequibo, nuestras aguas territoriales que nos fueron despojadas en 1899 por la acción del imperio de la época y por el entreguismo cuartorrepublicano que, durante décadas, mantuvo desactivados todos los instrumentos del derecho internacional para reestablecer la integridad territorial de Venezuela.
Sólo en momentos intermitentes, el Gobierno venezolano asumió consistentemente el abordaje del Esequibo, quedando luego dilatadas las decisiones de asumir esa negociación, viéndose nuestros gobiernos lacayos silenciados y sometidos por órdenes de los amos del poder en el norte. He ahí que luego del Acuerdo de Ginebra en la materia en 1967, poco se ha hecho en el abordaje concreto de tan importante diferendo.
Desde la llegada de la Revolución Bolivariana los gobiernos de Guyana y Venezuela en años recientes han dispuesto utilizar los buenos oficios, descongelando así la situación de estancamiento que había desde 1967, es decir, desde casi toda la época del puntofijismo. Esta relación tuvo un giro político gracias a Chávez, quien instrumentó las armas de la política dejando de lado aquellas propias de los regímenes belicistas.
En 2010 ambos países asumieron la figura del “Buen Oficiante”, cuya labor consiste en asumir las funciones de mediador y aproximar a ambos gobiernos para que éstos den con una solución satisfactoria para las partes. El último “Buen Oficiante” fue el jamaicano Norman Girvan, propuesto por ambos gobiernos en 2010 y aceptado por el Secretario General de la ONU, pero Girvan falleció en abril de 2014 y hasta la fecha no se ha nombrado a uno nuevo. En palabras del mandatario guyanés en 2010, Bharrat Jagdeo, las relaciones dan un giro gracias a la “amplitud de mente” de Chávez, señalando: “Hemos podido colocar nuestras relaciones más allá de los problemas fronterizos para trabajar en áreas vitales para el desarrollo de ambos países”.
Quizás posponiendo la pugna territorial para aspirar a intereses supraterritoriales mucho mayores, inspirados en lo político y en la necesidad de la integración sudamericana expresada en la Unasur y en la Celac, Venezuela no aborda militarmente el tema del Esequibo, agotando todas las instancias políticas y todos los ámbitos de diálogo. Pero la situación ha cambiado.
El Gobierno de Guyana, luego de advertencias, asume transnacionalizar la franja marítima que los venezolanos reclamamos colocándola en manos de la empresa petrolera norteamericana más grande del mundo, Exxon Mobil, la cual asume todas sus capacidades logísticas para posicionarse sobre una franja de incontables recursos.
Este giro político por parte de Guyana se debe al ascenso al poder de un régimen de corte militarista liderado por David Arthur Granger, un General retirado, líder de la derecha de Guyana, formado en Reino Unido y con cursos especiales en Estados Unidos, destacándose entre ellos los que realizara en la National Defense University, de Washington DC y otros asociados al terrorismo, en la Universidad de Florida.
La República Cooperativa de Guyana, una república que nace con tendencia política de centroizquierda, se deslindó de todo proceso internacionalista de corte progresista en era reciente dada la disputa histórica con Venezuela, pero también a la derechización de su orden político, el cual sigue manteniendo los vestigios históricos del coloniaje y su inercia política con la Commonwealth (Comunidad Británica de naciones). Pese a formar parte de la Unasur, creación de Venezuela, Guyana, casi recibiendo órdenes superiores, ha mantenido la espalda a Venezuela de manera perenne.
¿Ante qué estamos?
Muchos indicios indican que Venezuela está actuando de manera proporcionada a las acciones de Guyana, dado que dicho país está colocando activos para el aprovechamiento de recursos naturales en una zona declarada en disputa y cuyas negociaciones se encuentran estancadas. Algo que podría considerarse similar al caso de las Malvinas y que es una referencia en el derecho internacional.
Al asumir que la fachada atlántica del Esequibo es un área de Defensa Integral Marítima para Venezuela, no sólo se asume la proyección estratégica de Venezuela al Atlántico (la cual ha estado parcialmente bloqueada), sino que se genera al mismo tiempo una ruptura a la distensión política que ha existido en las últimas décadas, dadas las acciones de Guyana. Esto obliga a los dos países, ahora sí, a sentarse y definir una ruta de acuerdos.
Exxon Mobil tiene un historial largo de explotación de recursos en zonas ocupadas, también de mercenarización de los territorios para asumir hegemonías territoriales. El poder transnacional de la Exxon es también de carácter militarista, y Blackwater -ahora Academi-, la corporación mercenaria más grande del mundo, es su brazo paramilitar. Entender la movida de Venezuela implica proyectarnos más allá de la cuestión del Esequibo como diferendo territorial.
Si consideramos al Esequibo como venezolano, debemos considerarlo también una zona ocupada, una parte integral del territorio venezolano bajo control militar extranjero, bajo control político de un Gobierno de derecha, y ahora bajo explotación de una transnacional militarista. La nueva etapa en la ocupación del Esequibo da cuenta de que la mercenarización y ocupación de una fuerza extraterritorial en las aguas y probablemente en el suelo Esequibo venezolano es una realidad probable, y un escenario que obliga a Venezuela a hacer un replanteamiento estratégico, como sucede justo ahora.
Venezuela no es un país militarista y expansionista, pero sí soberanista. Nuestras fuerzas militares no tienen el perfil de ser unas fuerzas de ocupación, pero sí de protección integral de nuestro suelo. He ahí que el diálogo y los instrumentos de la política han sido la prioridad para el abordaje del Esequibo, para evitar con esto detonar una guerra fratricida territorial en pleno siglo XXI. Pero la situación está cambiando. Y la responsabilidad no recae en Venezuela.
Se trata ahora de proteger la integridad territorial venezolana, inhibiendo el desarrollo de “cabezas de playa” por la franja atlántica y por el Esequibo territorial. Se trata de contener el posible preámbulo de una mercenarización de nuestra “Zona en Reclamación” y de la entrada de una potencia paramilitar transnacional extraterritorial para el aprovechamiento de recursos en disputa. Se trata ahora de contener un conato de confrontación por órdenes a Guyana, provenientes de factores hegemónicos superiores.
Los enemigos de la integración y del peso político de Venezuela en la región quieren, entre las naciones del sur, una pelea de perros. Pero en Venezuela contamos con las armas de la política, la historia y la razón.
Misión Verdad

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Petrolera británica recibirá licencia exploratoria en Guyana

Cerca de donde Exxon Mobil encontró grandes cantidades de petróleo y gas en mayo

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Estudios cientificos realizados por Veneuela en su costa Atlantica Titulado MACROBENTOS DE AGUAS PROFUNDAS EN LA COSTA ATLÁNTICA VENEZOLANA

Interciencia

versión impresa ISSN 0378-1844

INCI v.32 n.7 Caracas jul. 2007

 


MACROBENTOS DE AGUAS PROFUNDAS EN LA COSTA ATLÁNTICA VENEZOLANA

David Bone, Iliana Chollett y Carmen Teresa Rodríguez
David Bone. Ph.D. en Ecología Marina, Florida State University, EEUU. Profesor, Universidad Simón Bolívar (USB), Venezuela. Investigador, Instituto de Tecnología y Ciencias Marinas (INTECMAR-USB), Venezuela. e-mail: dbone@usb.ve
Iliana Chollett. Licenciada en Ciencias Biológicas, USB, Venezuela. Estudiante de Maestría, Laboratorio de Bentos Marino. Instituto de Tecnología y Ciencias Marinas (INTECMAR-USB), Venezuela..

Carmen Teresa Rodríguez. Doctorado en Ecología, UCV. Profesor, Universidad de Carabobo, Venezuela. Dirección: Departamento de Biología, Universidad de Carabobo, Arco de Bárbula, Valencia, Venezuela. e-mail: ctrodrig@uc.edu.ve
RESUMEN
En Venezuela, los estudios del bentos marino se han concentrado en zonas costeras someras. La presente investigación ha permitido conocer y cuantificar, por vez primera, la macrofauna bentónica de aguas profundas, ubicadas en la zona noreste del Delta del Orinoco. Muestras de sedimento fueron tomadas con el empleo de una draga tipo box-core (0,25m2 de área) en 81 estaciones comprendidas entre los 50 y 1500m de profundidad. Se colectaron 1673 organismos pertenecientes a 11 phyla, siendo los anélidos los más abundantes (63,56%) y de ellos los poliquetos representaron el 60,73%. Siguen en abundancia los crustáceos (15,42%), nemátodos (9,26%) y bivalvos (7,11%). El 70,47% de la fauna fue retenido en el tamiz de 0,5mm de apertura de malla. En general, esta comunidad bentónica se caracterizó por una elevada diversidad biológica, pero con una muy baja densidad de organismos (20,65 ±25,87ind/estación). Los mayores valores promedio (129 individuos) se obtuvieron en la zona somera de la plataforma, entre 0-200m, mientras que los valores más bajos se registraron a grandes profundidades (0-37 individuos).

MACROBENTHOS FROM DEEP WATER IN THE VENEZUELAN ATLANTIC COAST

SUMMARY
The studies on marine benthos performed in Venezuela have concentrated on shallow coastal waters. The present study was focalized in the identification and quantification, for the first time, of the benthic macrofauna of deep waters. The study area is located at the Atlantic coast, northeast from the Orinoco River delta coast-line. Sediment samples were collected by means of a box-core type grab (0.25m2 area) in a total of 81 stations, which ranged 50-1500m deep. A total of 1673 individuals were collected, representing 11 phyla, with annelids as the most abundant (63.56%). Within this group, polychaetes represented 60.73%. Thereafter, crustaceans (15.42%), nematodes (9.26%) and bivalves (7.11%) represented the other main groups. Most of the fauna (70.49%) was retained in the 0.5mm sieve. The benthic community was characterized by a high biodiversity, but with a very low density (20.65 ±25.87ind/station). The greatest mean abundance (129 individuals) was found in the shallow zones, at 0-200m depth and the lowest value was recoded at greater depths (0-37 individuals).

MACROBENTOS DE ÁGUAS PROFUNDAS NA COSTA ATLÂNTICA VENEZUELANA

RESUMO
Na Venezuela, os estudos do Bentos Marinho têm se concentrado em zonas costeiras rasas. A presente investigação tem permitido conhecer e quantificar, por primeira vez, a macro fauna bentônica de águas profundas, localizadas na zona nordeste do Delta do rio Orinoco. Amostras de sedimento foram tomadas mediante o uso de uma draga tipo box-core (0,25m2 de área) em 81 estações compreendidas entre os 50 e 1.500m de profundidade. Recolheram-se 1.673 organismos pertencentes a 11 phyla, sendo os anelídeos os mais abundantes (63,56%) e deles os poliquetos representaram 60,73%. Seguem em abundância os crustáceos (15,42%), nematódeos (9,26%) e bivalves (7,11%). 70,47% da fauna foi retida no tamis de 0,5mm de abertura de malha. Em geral, esta comunidade bentônica se caracterizou por uma elevada diversidade biológica, mas com uma muito baixa densidade de organismos (20,65 ±25,87ind/estação). Os maiores valores médios (0-129 indivíduos) se obtiveram na zona rasa da plataforma, entre 0-200m, enquanto que os valores mais baixos se registraram a grandes profundidades (0-37 indivíduos).

PALABRAS CLAVE / Aguas Profundas / Bentos / Macrofauna Bentónica /

Recibido: 13/02/2006. Modificado: 21/05/2007. Aceptado: 30/05/2007.
Introducción

Varios autores han definido al mar profundo como la región marina que se encuentra posterior a la plataforma continental, a profundidades >200m, debajo de la zona de penetración efectiva de luz solar (Nybakken, 1997). Esta región incluye tanto la zona batial (200-4000m) como la abisal (>4000m), según la terminología propuesta por Sanders y Hessler (1969). Esta extensa zona, que comprende >80% del área de los océanos, es la más inexplorada debido principalmente a su inaccesibilidad, por lo que los estudios de bentos marino profundo han sido limitados.
El bentos profundo de los mares tropicales ha sido apreciado como una de las últimas fronteras en el estudio de la biodiversidad marina. Antes de los años 60 se consideró a esta zona biológicamente desierta: las bajas temperaturas, presión hidrostática extrema, ausencia de luz solar y escasez de nutrientes, hizo suponer que este sería un lugar adverso para el desarrollo de la vida marina (Rex, 1981). Sin embargo, la intensificación de los esfuerzos de muestreo y la evolución de los artefactos utilizados para ello han permitido observar el mar profundo como una zona de gran diversidad biológica (Sanders, 1968; Sanders y Hessler, 1969; Grassle y Maciolek, 1992; Smith et al., 1998; Aller et al., 2001), donde se ha estimado que alberga, a escala global, entre 50000 y 5 millones de especies, únicamente de macrobentos (Smith et al., 1998). Prácticamente todos los grupos taxonómicos tienen representantes en zonas marinas a grandes profundidades. Poliquetos y crustáceos suelen ser los más abundantes, pero son también comunes los equinodermos, cnidarios, esponjas, sipuncúlidos, equiúridos, tunicados y priapúlidos, donde el común denominador parece ser el pequeño tamaño y la fragilidad de los especímenes (Sanders y Hessler, 1969). Sin embargo, la concepción ya generalizada de la alta diversidad en estas comunidades de bentos marino radica en una alta riqueza y equidad, basada ésta última en un bajo número total de organismos. Las densidades son bajas y la mayor parte de las especies son raras, en contraste con comunidades de aguas someras caracterizadas por una alta riqueza, pero dominadas por una o pocas especies que presentan elevados valores de abundancia (Sanders, 1968).
A pesar de su aparente estabilidad física, no es posible definir el mar profundo como un ambiente uniforme con cierta fauna característica; la predicción del complejo de especies resultante parece ser difícil en la mayor parte de los casos, y la estructura comunitaria, así como la importancia relativa de los factores físicos y biológicos que la determinan, muestra una considerable variación geográfica (Rex, 1981). Por esta razón los estudios de bentos marino profundo son de particular importancia, sobre todo en localidades tropicales donde estos sistemas han sido poco estudiados. Este trabajo pretende llevar a cabo una primera aproximación sobre la diversidad biológica, abundancia y composición de los grandes grupos taxonómicos del macrobentos, presentes en una zona de aguas profundas de la Costa Atlántica venezolana.

Métodos

El muestreo se llevó a cabo al sur de la isla de Trinidad y Tobago y al noreste del Delta del río Orinoco, 10º16’-8º48’N y 60º33’-57º42’O (Figura 1). Se realizaron cuatro campañas entre octubre 2001 y finales del 2002, a bordo del buque oceanográfico "Punta Brava" de la Armada Venezolana. Un total de 81 muestras fueron extraídas en un área de unos 8000km2 entre 50 y 1514m de profundidad, mediante el uso de un box-core de 0,25m2. Estas muestras corresponden a 81 estaciones ubicadas a lo largo de seis transectas, cinco de ellas perpendiculares a la costa: A (21 estaciones, 65-1514m de profundidad), B (19, 57-1478m), C (14, 76-398m), D (9, 70-170m) y E (10, 70-1216m) con una longitud entre 187-270km, y una transecta paralela: F (8 estaciones, 61-80m) de ~163km. A partir de la muestra de sedimento obtenida en cada estación se colectaron 2 sub-muestras para evaluar el bentos, con un cilindro de 10cm de diámetro. Las muestras fueron preservadas con una solución de formalina al 10%, y almacenadas en bolsas herméticamente cerradas y rotuladas.
En el laboratorio, las muestras de bentos fueron cernidas mediante el uso de tamices Tyler de 1 y 0,5mm de apertura de malla, para la obtención de dos fracciones por muestra. Todos los organismos presentes fueron extraídos del sedimento usando una lupa estereoscópica, separados y preservados en etanol 70%. Posteriormente, se procedió a la identificación de los grupos taxonómicos presentes, y a su cuantificación.

Resultados

El 76,54% de las muestras (62) fueron extraídas de la zona de menor profundidad, comprendida entre 0 y 200m. El resto de las muestras (19) fueron extraídas de la segunda y tercera zona de profundidad: intermedia 200-1000m (12,35%; 10) y profunda 1000-2000m (11,11%; 9). De las 81 muestras, 10 (12,35% del total) no contenían ningún individuo.
En total se colectaron 1673 individuos, con una media de 20,65 ±25,87 por estación, oscilando entre 0 y 129 individuos por estación. Dado que el área total muestreada fue de 20,25m2, la densidad total del macrobentos encontrado en esta costa Atlántica equivaldría a 82,62ind/m2.
Los valores de abundancia en una perspectiva espacial se muestran en la Figura 2. Los máximos se obtuvieron en las estaciones A-06 (105 individuos), A-09 (106), A-17 (61), B-07 (63), D-04 (73), E-02 (81), E-03 (129) y F-03 (71). Todas estas estaciones están ubicadas por debajo de 420m de profundidad, antes del talud marcado por el descenso abrupto de la plataforma (Figura 3).
El macrobentos colectado pertenece a once phyla: Protozoa, Porifera, Cnidaria, Nematoda, Nemertea, Annelida, Sipuncula, Echiura, Mollusca, Crustacea y Echinodermata. Los anélidos los más abundantes y alcanzan a 61,03% de la abundancia total (Figura 4a), representando los poliquetos un 60,73% de la misma (Figura 4b). Le siguen los crustáceos, con un 15,42% de la abundancia, siendo los más importantes los peracáridos, con un 6,63%. Posteriormente se encuentran los nemátodos (9,26%) y moluscos bivalvos (7,11%). El resto de los grupos tiene valores de abundancia relativa menores al 5%.
Si se considera el gradiente de profundidad (Figura 5), el mayor valor de abundancia promedio se observa en la zona somera (23,48 individuos), seguido por la zona intermedia (14,5) y la profunda (8). Sin embargo, no existen diferencias estadísticamente significativas entre estos tres estratos de profundidad en cuanto a la abundancia total de organismos. Cuando se hace el análisis a nivel de grupo, se observa que la abundancia relativa de los mismos se mantiene aproximadamente constante, excepto para los crustáceos, cuyo valor disminuye de 17,29% en la zona somera (0-200m) a <5% en las zonas intermedia y profunda, siendo estas diferencias significativas (Kruskal-Wallis, p=0,0487; H=2; N=81).
De manera similar a la abundancia, los organismos más comunes en las muestras son los anélidos poliquetos, cuyos valores de frecuencia de aparición alcanzan el 91,55% (Figura 6), seguidos por los crustáceos (63,38%) y nemátodos (59,16%). Equiúridos, esponjas y cnidarios tienen frecuencias de aparición <5%, y no están reflejados en la figura.
Al evaluar la talla de estos organismos, el 70,47% de la fauna (1179 individuos) presenta tamaños <1mm, quedando retenidos sobre el tamiz de 0,5mm de apertura de malla (Figura 7). Esta proporción se observa para todos los grupos identificados, con valores de 66-71%, a excepción de los nemátodos cuya abundancia en este tamiz de 0,5mm alcanzó 94%. Este alto porcentaje de organismos con tallas entre 0,5 y 1mm se mantiene en los tres estratos de profundidad, oscilando entre 69,64% en la zona somera y 77,53% a profundidades intermedias.
La composición de grupos taxonómicos principales es similar a la observada con anterioridad: los poliquetos son los más abundantes en todos los estratos de profundidad, con una abundancia entre 56,91 y 81,88%, donde el segundo grupo en importancia numérica no alcanza valores superiores al 18 % (Figura 8).
En cuanto a la distribución espacial de esta fauna bentónica (Figura 9a), en la transecta E se cuantificó la mayor cantidad de organismos promedio por estación (38,5 ±38,75 individuos/estación), seguido por la transecta A (27,57 ±29,77), la B (19,1 ±15,66), la D (12,22 ±24,34), la F (10,88 ±24,42) y la C (10,64 ±12,25). La composición de grupos taxonómicos por transecta (Figura 9b) es similar a las tendencias ya descritas; los poliquetos son los más abundantes a excepción de la transecta F, con valores que oscilan entre 72,54% (A) y 47,79% (E). Los nemátodos son el segundo grupo en importancia numérica en B (15,15%) y C (13,42%), mientras que en A son los crustáceos (8,12%) y en la E los bivalvos (17,40%). En la transecta F los crustáceos son los más abundantes (83,91%) debido a la elevada presencia de ostrácodos (79,31%), seguidos por los poliquetos (12,64%).

Discusión y Conclusiones

El bentos de aguas profundas ha sido caracterizado por poseer una alta diversidad biológica debido a la presencia de un elevado número de especies raras, y una baja densidad (Sanders y Hessler, 1969). Los grupos taxonómicos (11 en total) encontrados en la Costa Atlántica venezolana coinciden con los reportados para otros estudios de bentos en aguas profundas, siendo invariablemente los anélidos poliquetos los más abundantes. En los trabajos de Sanders y Hessler (1969) y de Grassle y Maciolek (1992) se señala a este grupo como el más común en fondos blandos profundos, conformando entre el 40-80% de la fauna colectada en el Atlántico, porcentaje similar al observado en la Costa Atlántica venezolana. En importancia numérica siguen los crustáceos, semejante a lo reportado en otros trabajos, 23% (Grassle y Maciolek, 1992) y 30-50% (Sanders y Hessler, 1969).
La ausencia de organismos de gran tamaño en el presente estudio, como los holotúridos y ofiuros, que han sido señalados como un componente primordial en la comunidad de aguas profundas (Nybakken, 1997; Sanders y Hessler, 1969), está relacionada principalmente con diferencias en los equipos de muestreo empleados. El uso de rastras permite la captura de organismos de gran tamaño, principalmente de la epifauna asociada a estos fondos, que no son capturados por las dragas debido a su movilidad, tamaño y formas de vida. En nuevas investigaciones se ha complementado el uso de equipos como el box-core con la inspección visual detallada y colección de especímenes con un vehículo operado por vía remota (ROV) para la toma de organismos de mayor talla, tales como el Ocean Explorer de la NOAA (Aller et al., 2001). El empleo de un equipo en particular dependerá de los objetivos planteados por el investigador, su disponibilidad, y las probabilidades de logística para su empleo. El uso de dragas o box-core, como en el presente estudio, permite la captura de organismos de la infauna principalmente, y de especies de menor tamaño que las capturadas con las rastras con aperturas de malla de 1mm, o mayor tamaño para evitar la pérdida de la muestra por reflujo.
El empleo del box-core y el tamizado sobre una malla de 0,5mm permitió la colección de organismos de muy pequeño tamaño (e.g., nemátodos y foraminíferos) que no son reportados por trabajos clásicos en el área. Dado el valor de las muestras colectadas en esta primera expedición sobre estudios del bentos profundo venezolano, es de interés hacer uso de la mayor cantidad de información posible, así como proveer los estimados de abundancia absoluta más aproximados, solo posible mediante el uso de tamices de 0,5mm (Reish, 1959). Sin el empleo de esta malla fina se hubiese perdido el 70,47% de los organismos colectados, tal como se aprecia en los resultados. Una primera evaluación indica que no hay diferencias en la composición de grupos taxonómicos entre la fauna colectada con los dos tamaños de malla. Sin embargo, es necesaria una evaluación taxonómica más detallada a fin de identificar si existen diferencias a nivel de especies.
La abundancia total y promedio de poliquetos por estación (1021 individuos; 50,4ind/m2) es menor a la reportada para el Golfo de México por Pérez et al. (2003), quienes encontraron 287 poliquetos en 10 estaciones (83,24ind/m2). Estos investigadores señalan que esta baja abundancia de poliquetos respecto a otros estudios en zonas templadas al noreste del Atlántico (258-342ind/m2; Glover et al., 2001) se debe a las bajas concentraciones de materia orgánica encontrada en los sedimentos. Asimismo, la densidad total de organismos encontrados en este estudio (82,62ind/m2) fue bastante menor a la reportada para la costa este de los EEUU, de 4317,95ind/m2 a 1500-2500m de profundidad (Grassle y Maciolek, 1992). Estos bajos valores de densidad de organismos bentónicos en las aguas profundas del oriente venezolano parece ser una característica de la zona, tal como lo sugiere la presencia de un elevado número de muestras que no contenían individuo alguno (12,35%).
Al observar la distribución de los valores de abundancia en el área de estudio es posible constatar que los máximos se registran en las zonas más someras, antes del inicio del talud continental, después del cual la abundancia disminuye. A este respecto es necesario acotar que en el presente estudio la superficie del fondo marino más intensamente muestreada fue la zona más somera, por lo que la mayor parte de la información colectada hace referencia a la abundancia de macrobentos presente en la plataforma continental. Solo el 23,45% de las muestras y el 22,5% de los organismos fueron extraídos de profundidades >200m. En esta zona de estudio el descenso abrupto de la plataforma y el inicio del talud está a los 400m de profundidad, disminuyendo el número de muestras de bentos efectivamente tomadas (16,05%) y, por lo tanto, el número de organismos colectados, que desciende a 11,36%.
Sin embargo, está disminución de la fauna bentónica con la profundidad es semejante a lo reportado por Sanders y Hessler (1969). En el presente estudio se observó un mayor valor de abundancia promedio en la zona somera a <200m (23,48 individuos), la cual disminuye hasta 8 individuos en profundidades >1000m; encontrándose una correlación negativa entre estos valores de abundancia y la profundidad. Este último es el parámetro ambiental con mayor importancia en determinar las diferencias de densidad de la fauna bentónica, debido a que condiciona la distribución diferencial en la cantidad y calidad de alimento disponible para los organismos del bentos profundo; la distribución de biomasa en estas zonas está correlacionada con la producción primaria en la superficie (Paterson et al., 1998). Esta baja densidad ha sido asociada con la baja cantidad de alimento de origen eufótico (en la capa superior provista de luz) que logra alcanzar las zonas profundas (Sanders y Hessler, 1969). Por ello, a fin de determinar relaciones más directas sería conveniente explorar las posibles asociaciones entre los valores de abundancia y otra serie de variables, tanto ambientales como biológicas, tales como la producción primaria de las primeras capas de la columna de agua.
A pesar de las diferencias observadas en la abundancia total promedio de organismos entre las diferentes profundidades, la abundancia relativa de los distintos grupos taxonómicos se mantiene relativamente constante, independientemente de la estación, transecta o profundidad; con excepción de la disminución significativa en la abundancia relativa de los crustáceos. Sin embargo, es necesario avanzar a un nivel de identificación taxonómica más detallado a fin de establecer si los cambios batimétricos condicionan la composición de esta macrofauna bentónica.

AGRADECIMIENTOS

Los autores agradecen a PDVSA-INTEVEP el financiamiento recibido.

REFERENCIAS

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