Extraido de la web: http://www.eluniversal.com/opinion/121211/don-antonio-sucre-y-nuestro-territorio
JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ| EL UNIVERSAL
Martes 11 de diciembre de 2012 12:00 AM
El coronel don Antonio de Sucre, Estrelles y Pardo, abuelo del Mariscal de Ayacucho, fue un meritorio oficial del Rey que prestó importantes servicios en Venezuela y, en particular, en la provincia de Cumaná. Entre los cargos que ocupó se encuentra la Comandancia de las Compañías Veteranas de Infantería de Cumaná, en la que se formaron militarmente sus hijos don Vicente y don Francisco.
Cumplió una extensa carrera militar, como el mismo le refería al Rey: Cadete desde el 25 de agosto de 1751, cuando ingresó con el rango de "Plaza de Fusilero de la Tropa que guarnecía la demolida Real Fuerza de Araya, en cuyo tiempo pasó a Habilitado Subteniente Interino en uno de los Piquetes que envío el Mariscal de Campo Diego de Tavares, de auxilio a la ciudad, y Provincia de Caracas, a pedimento de su Gobernador don Felipe Ricardos, con motivo de la sublevación de Juan Francisco de León y sus secuaces; y después ..., interinamente, al del empleo de Teniente de Infantería de la Compañía del Castillo de San Antonio, uno de los de esta Plaza...". Luego, bajo las órdenes de don Francisco Javier de Flores, fue: "... Alférez de la Compañía del Castillo de Santa María de la Cabeza...", y después: "Teniente Int.de otra Compañía del Castillo de Santa María...".
Con ese último rango: "...estando gobernando interinamente, esta Provincia el Coronel Nicolás de Castro...", participó en la defensa de los límites de la Capitanía General de Venezuela, hacia el oriente, sobre lo cual el mismo testimonió: "... éste le envió con partida de veinte y cinco hombres de esta tropa, a la provincia de Guayana, a impedir los bárbaros intentos de los Indios Caribez, protegidos de los Olandeses de la Colonia del Squivo..." (hoy Esequibo) "...de quemar los Pueblos de Misión de aquella Provincia; y por haberla hallado a su llegada tranquilizada, de aquellos riesgos, se regresó con su partida a esta Plaza".
Los indios atacaban con frecuencia los asentamientos españoles y la perseverancia misionera y militar insistía en conservarlos. Siguió don Antonio la noble tradición de su padre don Carlos de Sucre, gobernador y capitán general de Cumaná, quien tuvo jurisdicción en Guayana, dejó su impronta allí al apoyar el poblamiento, mejorar las fortalezas y realizar la descripción geográfica, para enfrentar las invasiones de los portugueses en el territorio.
Así lo refirió don Antonio de Sucre, en documentación existente en el Archivo de Simancas y otros en España: "Después le destinó el Coronel José Diguja, como Gobernador de esta Provincia, y Cuarto Comisario de la Expedición de Límites, con trece embarcaciones a su comando, y correspondiente Escolta de Tropa, a conducir y entregar al Jefe de la Escuadra Don José de Iturriaga, los pertrechos, y demás auxilios de que iban cargadas, en cuyo viaje rindió, y apresó una balandra francesa del trato ilícito, que encontró en esta Costa, y le envió al referido Gobernador Don José Diguja, quien la condenó, con su carga, a favor de la Real Hacienda de V.M., y continuando su navegación, a su destino, apresó en el Orinoco, otras dos embarcaciones de Caribez, que llevaban Indios Poytos, o esclavos para venderlos en las Colonias Olandezas de Berbiz, Squivo, y Surinama..." (hoy Berbice, Esequibo y Surinám). La delineación y afirmación territorial de la zona era indispensable y España para ello envió la llamada Expedición Solano (1753-1761).
Don Antonio de Sucre cumplió de manera destacada sus servicios aquella Real Expedición de Límites por espacio de "un año, y dos meses", hasta que regresó a Cumaná, en calidad de Teniente, hasta que fue nombrado: "Capitán del referido Castillo de San Antonio", el 04 de febrero de 1764.
Se involucró en otros hechos en resguardo la jurisdicción de la Provincia de Cumaná. Cierta vez, se: "le destacó con treinta Hombres a la costa de Paria, donde unas embarcaciones extranjeras estaban haciendo pesquería de tortuga, y carga de palo de Guayacán, y sus tripulaciones habían hecho algunas muertes de españoles para apresarlas atacó, y apresó una goleta armada en guerra..., atacó luego una balandra que no logró apresar por haberle favorecido más el tiempo, con que pudo libertarse con precipitada fuga".
Su hoja de servicios destacaba los oficios de Capitán de la Segunda Compañía de Guayana, Capitán de la Segunda Compañía de Infantería de la Plaza de Cumaná, Teniente Coronel de Infantería, Comandante de la Tropa Veterana de Cumaná.
Por su antigüedad y noble origen, el 06 de febrero de 1781, se solicitó que Rey le concediese el gobierno de la Isla de Margarita, el de la Provincia de Guayana o la Comandancia de Puerto Cabello, lo cual no fue posible. Sin embargo, don Manuel González, capitán general de Caracas, peticionó ofrecerle un mejor destino ya que: "...por su mérito, y por el honor y esmero, correspondientes a su ilustre nacimiento ha desempeñado los cargos que sus superiores han puesto a su cuidado".
Su hoja de servicios destacaba los oficios de Capitán de la Segunda Compañía de Guayana, Capitán de la Segunda Compañía de Infantería de la Plaza de Cumaná, Teniente Coronel de Infantería, Comandante de la Tropa Veterana de Cumaná.
Por su antigüedad y noble origen, el 06 de febrero de 1781, se solicitó que Rey le concediese el gobierno de la Isla de Margarita, el de la Provincia de Guayana o la Comandancia de Puerto Cabello, lo cual no fue posible. Sin embargo, don Manuel González, capitán general de Caracas, peticionó ofrecerle un mejor destino ya que: "...por su mérito, y por el honor y esmero, correspondientes a su ilustre nacimiento ha desempeñado los cargos que sus superiores han puesto a su cuidado".
Los comentarios que aparecen en este sitio web son responsabilidad de sus autores y no de Territorio Venezolano, Nuestro Legado Eterno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los comentarios que aparecen en este sitio web son responsabilidad de sus autores y no de Territorio Venezolano, Nuestro Legado Eterno.