21/08/2014@20:22:21 GMT+1
Sadio Garavini di Turno
Exembajador
En el comunicado
 final de la reciente reunión cumbre de Caricom, los países miembros 
respaldaron la solicitud que la Canciller guyanesa Rodriguez-Birkett ha 
planteado en repetidas ocasiones de iniciar la negociación con 
Venezuela, prevista en el comunicado conjunto firmado el 17 de octubre 
del 2013 por los cancilleres de los dos países donde “acordaron explorar
 mecanismos en el marco del derecho internacional para abordar el tema 
de la delimitación marítima y que en los próximos cuatro meses un equipo
 técnico se reúna para intercambiar opiniones al respecto”. Guyana 
reclama que han pasado diez meses y no ha habido ninguna reunión 
“técnica”. Mientras tanto Guyana ha reactivado su solicitud a la ONU de 
ampliar la plataforma continental de 200 a 350 millas, incluyendo en la 
misma no sólo la fachada atlántica que proyecta la zona en reclamación 
del Esequibo, sino la del estado venezolano Delta Amacuro, cercenándonos
 centenares de miles de kilómetros cuadrados de áreas marinas y 
submarinas, ricas en hidrocarburos y pesca, y además privando a 
Venezuela de su salida libre al Atlántico. Para colmo, el 24 de marzo la
 canciller guyanesa declaró sobre una represa hidroeléctrica a ser 
construida conjuntamente con el Gobierno del Brasil en el Esequibo y se 
refirió a la reclamación territorial venezolana señalando, que aunque no
 puede predecir el futuro, ella no visualiza ninguna consecuencia con la
 nación vecina ya que esa área no es más considerada como “disputada”. 
Lo que significa un evidente desconocimiento de la controversia 
territorial con Venezuela que debe ser resuelta a través de una 
“solución satisfactoria para el arreglo práctico de la controversia”, 
como reza el Acuerdo de Ginebra de 1966. En derecho internacional el 
silencio otorga derechos, por vía de la “aquiescencia”.  
Hay que entender que Guyana está interesada en negociar 
una línea de delimitación marítima, dejando de lado la negociación sobre
 la zona en reclamación y aunque teóricamente no sería imposible 
delimitar, reservando nuestros derechos sobre la zona en reclamación, en
 la práctica entregaríamos uno de los pocos mecanismos de presión que 
Venezuela tiene sobre Guyana para que negocie un arreglo práctico a la 
controversia, porque una vez logrado un acuerdo sobre una línea de 
delimitación de áreas marinas y submarinas entre el estado Delta Amacuro
 y la zona en reclamación, aunque nos reservemos los derechos sobre la 
misma, Guyana se sentiría en libertad de reiniciar el otorgamiento de 
concesiones a transnacionales sobre la base de la delimitación acordada 
con Venezuela. El Gobierno debe aprovechar el interés de Guyana en 
ampliar “su” plataforma continental  para replantear la negociación 
prevista en el Acuerdo de Ginebra. Pero debe reafirmar públicamente que 
la salida libre al Atlántico no es negociable. El patrullaje tradicional
 de la Armada en nuestra fachada atlántica debe mantenerse. Es también 
indispensable y urgente nombrar un negociador-facilitador por Venezuela a
 tiempo completo. El Embajador Chaderton tiene demasiados cargos que 
atender. Recientemente se nombró al Almirante activo Blas Misticchio 
Tortorella como Comisionado Especial del Canciller para Guyana, 
sustituyendo al Almirante retirado Eliás Daniels, quien era Director de 
la Unidad Especial para Guyana. Habría que aclarar si el Almirante 
Misticchio tendrá las mismas funciones de asesoría y estudios en el tema
 de la reclamación que tenía Daniels o el cambio de nombre del cargo, 
conjuntamente con el hecho de ser un oficial activo, significa algo más.
 ¿En ese caso cómo se repartirían las funciones con el Embajador 
Chaderton? El fallecimiento del buen oficiante de la ONU Norman Girvan 
crea las condiciones para el nombramiento de un nuevo buen oficiante o 
de reflexionar sobre la conveniencia de buscar vías alternativas para la
 solución de la controversia.
El gobierno debe buscar un gran consenso nacional, a 
través de la consulta y el diálogo con los diversos actores y expertos 
nacionales, para defender los derechos de Venezuela en el Esequibo y en 
la fachada atlántica del Delta del Orinoco.
Extraido  de: http://www.elimparcial.es/noticia.asp?ref=141259 en  fecha:22/08/2014.
Los comentarios que aparecen en este sitio web son responsabilidad de sus autores y no de Territorio Venezolano, Nuestro Legado Eterno.
Los comentarios que aparecen en este sitio web son responsabilidad de sus autores y no de Territorio Venezolano, Nuestro Legado Eterno.