lunes, 11 de marzo de 2013
La proyección de los estudios botánicos en Venezuela no solo se limitan a
nuestro hermoso país. El mes pasado regresaron los integrantes de la
6ta Expedición de Venezuela a la Antártica. Este continente de hielo
ofrece un espacio donde las posibilidades de investigación en áreas
cruciales como el cambio climático, la bioprospección y la búsqueda de
microorganismos son útiles para la salud, la alimentación y muchos otros
campos de la vida. Muchos de los objetivos de estudios se basan en la
"vegetación" antártica. Este continente por sus características
climáticas ofrece muy pocas posibilidades para la supervivencia de
plantas superiores y de la vegetación tal cual como la conocemos, sin
embargo no deja de haber fotosíntesis. En la Antártida las únicas
plantas fanerógamas que se conocen son el pasto antártico (Deschampsia antarctica E.Desv. de la familia Poaceae), y el clavelito antártico (Colobanthus quitensis
(Kunth) Bartling de la familia Caryophyllaceae) y se suelen encontrar
entre los musgos y en zonas muy protegidas en las áreas más nórdicas de
la Antártica. Pero los grandes en fotosíntesis en esta zona son los
musgos, los líquenes y las algas.
La incursión de Venezuela en la Antártida comienza en el año 2008, en un
programa de cooperación con Uruguay, pero fue en el año 2009 cuando se
consolidó el Programa Antártico Venezolano (PAV), coordinado por el
actual Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación. En el 2012, el
Gobierno nacional creó el Centro de Oceanografía y Estudios Antárticos
de Venezuela (COEA) dentro del IVIC para encargarse del PAV. El objetivo
fundamental del PAV es generar nuevos conocimientos para preservar el
ambiente y aportar soluciones innovadoras, frente a la crisis climática
global, explicó el viceministro.
En esta 6ta expedición los líquenes fueron uno de los protagonistas en
el estudio del cambio climático. Utilizando estos organismos como
Bioindicadores el Lic. Jesús Hernández de la Fundación Instituto
Botánico de Venezuela realizó colecciones de más de 40 especies de
líquenes muchos de los cuales serán nuevos reportes para las Islas
antárticas visitadas. Tanto los musgos como las algas del continente de
hielo han sido utilizados en las investigaciones venezolanas como
indicadores del cambio climático y de los efectos de la presencia
humana en la Antártica.
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| Líquenes antárticos |
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