En los tratados celebrados con los Países y Bajos y Trinidad & Tobago, se cuidaron especialmente los derechos de navegación por los estrechos que conforman los territorios insulares de ambos estrechos.
En 1986, Trinidad & Tobago había declarado formalmente sus estatuto de estado archipelágico, (Oficina de Asuntos Oceánicos y del Derecho del Mar, 1992) conforme al artículo 46 y siguientes de la Convención de las Naciones Unidas sobre Derecho del Mar.
Igual situación se presentaba respecto a los intereses entre las islas de Aruba, Curazao y Bonaire. Todas estas rutas de navegación se encuentran ubicadas cerca de áreas vitales de nuestro país, como las bocas del Orinoco y el Golfo de Venezuela.
Ambos objetivos se lograron, en los textos de ambos tratados, se garantiza el paso en tránsito de los buques de pabellón venezolano, tanto de guerra como privados, en época de paz o de conflicto armado. En materia de antecedentes frente a otras delimitaciones se obtuvieron también logros.
En los preámbulos de los tratados con República Dominicana y los Países Bajos, se reconoce el carácter vital que posee el Golfo de Venezuela para nuestro país. Ya que el Golfo y sus áreas asociadas afectan la delimitación solamente frente a los Estados mencionados y a Colombia, se convierte en un importante precedente frente a este último país. Le será difícil a Colombia tratar de desconocer, como lo ha hecho en el pasado, el carácter de vital del Golfo cuando dos de los tres Estados afectados por la delimitación así lo han hecho.
Mención especial merece el tratado de delimitación con la República Dominicana. El 13 de enero de 1978, Colombia celebró con República Dominicana un tratado de delimitación cuya línea pretendía terminar en el punto final de la máxima aspiración del vecino país en la delimitación del Golfo de Venezuela. En esta forma, Colombia cortaba la libre salida al mar de esta importante zona venezolana y pretendió establecer un precedente frente a las negociaciones que pronto se iniciarían con Venezuela para la delimitación y que son conocidas como las Conversaciones de Caraballeda.
En una de sus acostumbradas muestras de mala fe frente a nuestro país, mientras las respectivas Cancillerías negociaban el Modus Operandi de estas conversaciones, por un lado, por el otro se negociaba un tratado que afectaba intereses fundamentales de la nación venezolana y pretendía colocar a Venezuela en una posición desventajosa ab initio de las conversaciones.
No se hizo esperar la respuesta venezolana. Apenas conocerse el tratado se produjo un duro intercambio de notas de protesta entre ambos Estados.
Evidentemente, Venezuela no podía quedarse de brazos cruzados frente a la acción de Colombia. De manera que se iniciaron las negociaciones con la República Dominicana para corregir la grave situación que afectaba los intereses venezolanos y así fue. El 3 de marzo de 1979 se logró la firma de un tratado que neutralizaba los efectos negativos del tratado de delimitación entre la República Dominicana y Colombia (Morales Paúl, La delimitación de áreas marinas y submarinas al norte de Venezuela, 1983). Extraido de la web:http://historiadiplomaticadevenezuela.wikispaces.com/%C2%B7+Evoluci%C3%B3n+de+la+posici%C3%B3n+venezolana+ante+las+negociaciones+de+%C3%A1reas+marinas+y+submarinas. en fecha 05/10/2013.
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