Nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Nacionales
deben expresar su alerta ante trasnacionales explotando írritamente las
riquezas del suelo patrio, en la zona en reclamación.
Pareciera
que el tema “ideológico-cooperativo” hace al presidente Maduro olvidar
los derechos definitivos consagrados en el Acuerdo de Ginebra de 1966
Rafael Martínez Nestares / El Universal
En 1983, un año después de finalizados los doce años de espera que establecía el “Protocolo de Puerto España”, firmado el 18 de junio de 1970 entre Venezuela, Reino Unido y Guyana,
tocó a una agrupación de rock progresista/pop rock, constituida por
jóvenes venezolanos, poner en la mente y el corazón de muchos, el tema
de la zona en reclamación. Con su álbum, “en reclamación” un tema patriótico -de gran interés nacional- fue colocado en la voz de la Agrupación Témpano en todas las radios del país, moviendo la fibra patria en todos los hogares.
173 años de reclamación de las tierras demarcadas por la frontera natural de la margen oeste del río Esequibo, territorio primero de la Capitanía General de Venezuela y desde el reconocimiento de nuestra independencia por el Reino de España en 1845. Hemos venido sistemáticamente solicitando, exigiendo, reclamando se devuelva a Venezuela lo que le pertenece, tierra venezolana. Sin embargo, el pasado 31 de agosto de 2013, el presidente Maduro, con desenvoltura, visita “oficialmente” la República Cooperativa de Guyana. La intención del viaje fue, firmar acuerdos con la “hermana nación”, miembro de Unasur. Pareciera que el tema “ideológico-cooperativo” hace al presidente Maduro olvidar los derechos definitivos consagrados en el Acuerdo de Ginebra de 1966.
Quizá eso le da derecho al régimen del presidente Maduro a obviar la entrega de concesiones para la exploración -tras perforación en la zona en reclamación venezolana- por parte de “su homólogo” a las transnacionales Exxon Mobil y Shell. Venezuela, leída en estos términos, parece no darse a respetar. Por un lado, en cadena nacional, se expulsa del territorio a tres funcionarios de la embajada estadounidense en Venezuela
y, por el otro, se permite la exploración y perforación, para la
posterior extracción y procesamiento de petróleo en nuestros 159.500
km2, en reclamación con Guyana, tras el silencio
cómplice gubernamental. ¿No es esto un desistimiento tácito a nuestras
históricas luchas por recuperar e integrar nuestra tierra patria?
Entre la visita del presidente Maduro a Guyana para “fortalecer e incrementar las relaciones bilaterales entre ambos países” y la enérgica acción de expulsión de los diplomáticos estadounidenses, pues “si se ponen cómicos, los expulso a todos (sic. Maduro, El Universal. 03.10.2013)“, no queda menos que exigir a nuestro gobierno nacional, que presente nuestro enérgico reclamo al gobierno de Guyana, tras la inaceptable entrega de concesiones en territorio venezolano. Nuestras gloriosas Fuerzas Armadas Nacionales deben expresar su alerta ante trasnacionales explotando írritamente las riquezas del suelo patrio, en la zona en reclamación.
Quiero concluir -por ahora- con una estrofa de la canción de Témpano, hace 30 años, que aún está vigente:
“Mientras la tierra duerme en espera de cual será su destino no deja de
reflejar tristeza por un golfo malherido parientes lejanos, hermanos
unidos por un solo grito de un pueblo enardecido el Esequibo es mío, es
tuyo, es tierra venezolana. El Esequibo es mío, es tuyo, es nuestro”.
El autor es Economista, Master en Planificación del Desarrollo Económico y Doctor en Ciencias Económicas y Administrativas / Twitter: @rafaelmartinezn
Los comentarios que aparecen en este sitio web son responsabilidad de sus autores y no de Territorio Venezolano, Nuestro Legado Eterno
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